grupo delictivo autodenominado La Familia Michoacana logró escalar sus operaciones delictivas durante los últimos tres años; ahora, el gobierno federal lo cataloga como un “verdadero” cártel y uno de los más peligrosos.
Un informe especial de inteligencia militar revela que la organización liderada por Nazario Moreno, alias El Chayo o El Más Loco, y Jesús Méndez, también conocido como El Chango Méndez, podría ser “punta de lanza” para conformar una alianza delictiva, coordinada por Joaquín El Chapo Guzmán.
Las investigaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantienen bajo reserva la información sobre las reuniones que han sostenido, a partir de 2007, operadores y lugartenientes del narcotráfico mexicano para conformar una agrupación que ha sido clasificada como El Gran Cártel o La Gran Familia
En la información recabada en más de 40 cuartillas se detallan algunos cónclaves delictivos.
Presuntamente, el líder del cártel de Sinaloa encabezaría la estructura de mando de tipo horizontal, manteniendo contacto a través de códigos y centros de operación definidos de manera regional.
El primer informe sobre esta estrategia delictiva fue analizado en septiembre de 2008 en diversas reuniones del gabinete de seguridad nacional, ya que pone en riesgo la recuperación de los espacios públicos y la paz social del país.
La zona del Bajío y el centro del país, de acuerdo con el análisis de inteligencia militar, representan el nuevo foco de expansión y dominio para el líder del cártel de Sinaloa; para ello es esencial la adhesión del grupo La Familia Michoacana.
Desde el municipio michoacano de Apatzingán, el líder de esa organización logró establecer una red de operación delictiva principalmente en Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla; además, la organización de El Más Loco se ha convertido en el principal opositor del cártel del Golfo.
Autoridades de la Sedena advierten que, de concretarse la alianza, se registraría una ofensiva delictiva
Autoridades de la Sedena advierten que, de concretarse la alianza, se registraría una ofensiva delictiva y de manera paralela, un incremento de violencia en Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas, entidades bajo la influencia del cártel del Golfo.
La información de inteligencia revela la existencia de centros para formar cuadros y adiestrar a combatientes; un servicio de espionaje y contrainteligencia aprovechando a las policías y población civil de escasos recursos y, sobre todo, cuenta con una división del “trabajo” bien remunerado.
Al realizar un cruce de los diversos informes se ha logrado establecer que El Chapo Guzmán encabezaría la estructura delictiva; Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, sería considerado para la consejería de la organización por su experiencia de mediación y respeto que mantiene entre otras organizaciones.
En caso de concretarse la alianza se prevé que Ismael El Mayo Zambada asistiría a la dirección y mantendría su zona de influencia en Baja California y Sonora.
La zona costera del Pacífico, que se extiende desde Sonora hasta la costa de Oaxaca, representa uno de los principales centros de recepción y abastecimiento de drogas que provienen de centro y Sudamérica.
Por ello, señala el informe, se ha ordenado la cooperación y coordinación de varios capos regionales, entre los que se ha logrado identificar a Cándido Palma Salazar; Valerio Palma Salazar, El Vale; Humberto Laya Pérez, El Licenciado; Jesús Loya Pérez, El Cien; Manuel Alejandro Aponte Gómez, Bravo, y Ernesto Guzmán Loera.
Un informe especial de inteligencia militar revela que la organización liderada por Nazario Moreno, alias El Chayo o El Más Loco, y Jesús Méndez, también conocido como El Chango Méndez, podría ser “punta de lanza” para conformar una alianza delictiva, coordinada por Joaquín El Chapo Guzmán.
Las investigaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantienen bajo reserva la información sobre las reuniones que han sostenido, a partir de 2007, operadores y lugartenientes del narcotráfico mexicano para conformar una agrupación que ha sido clasificada como El Gran Cártel o La Gran Familia
En la información recabada en más de 40 cuartillas se detallan algunos cónclaves delictivos.
Presuntamente, el líder del cártel de Sinaloa encabezaría la estructura de mando de tipo horizontal, manteniendo contacto a través de códigos y centros de operación definidos de manera regional.
El primer informe sobre esta estrategia delictiva fue analizado en septiembre de 2008 en diversas reuniones del gabinete de seguridad nacional, ya que pone en riesgo la recuperación de los espacios públicos y la paz social del país.
La zona del Bajío y el centro del país, de acuerdo con el análisis de inteligencia militar, representan el nuevo foco de expansión y dominio para el líder del cártel de Sinaloa; para ello es esencial la adhesión del grupo La Familia Michoacana.
Desde el municipio michoacano de Apatzingán, el líder de esa organización logró establecer una red de operación delictiva principalmente en Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla; además, la organización de El Más Loco se ha convertido en el principal opositor del cártel del Golfo.
Autoridades de la Sedena advierten que, de concretarse la alianza, se registraría una ofensiva delictiva
Autoridades de la Sedena advierten que, de concretarse la alianza, se registraría una ofensiva delictiva y de manera paralela, un incremento de violencia en Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas, entidades bajo la influencia del cártel del Golfo.
La información de inteligencia revela la existencia de centros para formar cuadros y adiestrar a combatientes; un servicio de espionaje y contrainteligencia aprovechando a las policías y población civil de escasos recursos y, sobre todo, cuenta con una división del “trabajo” bien remunerado.
Al realizar un cruce de los diversos informes se ha logrado establecer que El Chapo Guzmán encabezaría la estructura delictiva; Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, sería considerado para la consejería de la organización por su experiencia de mediación y respeto que mantiene entre otras organizaciones.
En caso de concretarse la alianza se prevé que Ismael El Mayo Zambada asistiría a la dirección y mantendría su zona de influencia en Baja California y Sonora.
La zona costera del Pacífico, que se extiende desde Sonora hasta la costa de Oaxaca, representa uno de los principales centros de recepción y abastecimiento de drogas que provienen de centro y Sudamérica.
Por ello, señala el informe, se ha ordenado la cooperación y coordinación de varios capos regionales, entre los que se ha logrado identificar a Cándido Palma Salazar; Valerio Palma Salazar, El Vale; Humberto Laya Pérez, El Licenciado; Jesús Loya Pérez, El Cien; Manuel Alejandro Aponte Gómez, Bravo, y Ernesto Guzmán Loera.
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